CÓMO LIMPIAR LA EQUIPACIÓN DE IR EN MOTO

El material para ir en moto suele ser bastante caro por lo que, una de nuestras preocupaciones, es cómo lo limpiamos para que nos dure el máximo de tiempo posible.

Hoy os contaré CÓMO LIMPIO YO MI EQUIPACIÓN DE IR EN MOTO, que puede que no sea la manera más correcta, o que haya otras formas mejores, pero yo siempre intento encontrar el punto de equilibrio entre cuidar las cosas y ser práctico.

Al igual que con la ropa de calle, podemos encontrar distintos tipos de materiales en el tejido de las diferentes prendas que conforman la equipación del motorista.

La opción óptima de limpieza siempre nos la dará la etiqueta que encontraremos en el interior de la pieza.

En caso de duda siempre podréis acudir a una tintorería, donde disponen de productos específicos y conocimientos avanzados, pero como os he dicho antes, yo busco el punto de equilibrio y la tintorería no es una opción práctica (porqué donde vivo no hay) ni económica.

Yo soy partidaria de meter todo lo posible en la lavadora, ya que es lo más práctico, pero hay que tener en cuenta

  1. Hay que sacar todas las protecciones
  2. No podemos meter prendas de cuero
  3. Algunos tejidos impermeables pueden estropearse

Pero vayamos por partes:

  • OFFROAD

Las prendas de offroad se ensucian en cada salida, por lo que ya son tejidos pensados para meterlos en la lavadora al terminar la jornada de aventura.

En cuanto al peto, yo llevo el LEATT 6.5, un peto dos piezas súper cómodo por el hecho de poder llevar el peto separado del resto de protecciones (codos y hombros), de forma que se adapta perfectamente a cualquier cuerpo.

La armadura del peto suelo retirar el polvo con el compresor de aire y un paño húmedo en caso de que haya suciedad más incrustada como barro.

La camiseta que lleva las protecciones integradas, en teoría debería limpiarse A MANO, pero yo admito que desmonto las protecciones y lo meto en la lavadora, con un programa corto, agua fría, sin utilizar suavizante ni centrifugar.

Por ahora está como nuevo, aunque también os digo que no es algo que haga cada fin de semana.

Con las botas voy un poco más a lo bestia y aprovecho cuando voy a lavar la moto para sacarles el barro con la manguera a presión y cuando llego a casa pongo un poquito de grasa en los cierres para que vayan más suaves.

  • CORDURA Y TÉXTIL DE VERANO (PERFORADO)

Es indiscutible que la cordura es de lo más utilizado por la mayoría de motoristas, y es donde más variedad de tejidos podemos encontrar, desde térmicos a impermeables.

Algunas de estas prendas son realmente caras, por lo que, tal como os decía al principio, tenéis la etiqueta en el interior que os indica cómo lavarlo.

A pesar de eso, y aunque la etiqueta indique lo contrario, mi equipo de cordura, así como mis chaquetas de verano, las limpio en la lavadora, retirando siempre las protecciones para evitar que se degraden, y poniendo un programa corto, con agua fría, y sin suavizante ni centrifugado.

Después lo pongo en el tendedero, al aire libre pero sin que le dé el sol directamente, hasta que se seque por completo.

En caso de que el equipo de cordura lleve capas, os aconsejo separarlas y, si podéis, evitad meter el impermeable, ya que es lo que se suele estropear primero en la lavadora.

También es importante que no abuséis, no es necesario limpiar al terminar cada salida.

  • MONO DE PIEL

Mi pieza más utilizada para ir en moto los últimos 12 años, el mono de piel. Una prenda cara, que nos gusta cuidar, pero con la que no debemos obsesionarnos.

He visto desde personas que se limpiaban con el mono puesto con la manguera a presión del lavadero de coches una vez al año, hasta personas que se limpiaban con un paño húmedo cada vez al llegar a casa. Como todo en esta vida, los extremos no son buenos.

Por experiencia os puedo decir que lo mejor para que un mono nos dure tiempo es limpiarlo lo mínimo imprescindible. Por lo que, a menos que viváis en un sitio con muchos insectos o mucha suciedad, no necesitaréis limpiar el mono más de 6 o 7 veces al año como mucho.

Una de las cosas que marcará más la diferencia en cuanto a durabilidad, será la calidad de la piel.

Una piel de mala calidad se cuarteará rápido y cogerá una textura como acartonada cuando se moja, pero una piel de mala calidad no os protegerá si os caéis, por lo que mejor que os dure poco tiempo y que tengáis que cambiarla cuanto antes por el bien de vuestra integridad física.

12 años después, aún conservo mi primer Dainese, de cuando aún los fabricaban en Italia. Lo utilicé sin descanso durante 6 años y después se quedó como mono de batalla para días de mal tiempo y largos viajes. Lleva 4 caídas y siempre lo limpié de la misma forma.

A día de hoy, ese mono tiene el desgaste propio del uso que se le ha dado, pero la piel no está rota ni cuarteada (excepto en las zonas de las caídas).

¿Qué tratamiento le he dado?

Para limpiar el mono de cuero, lo que hago es humedecer un paño limpio con agua templada y retirar los restos de los insectos con suavidad, sin frotar. Si está muy sucio añado un poco de jabón PH neutro tipo Sanex. A continuación, le doy una segunda pasada solo humedeciendo con agua para retirar los restos de jabón.

Acerca de la hidratación, tengo que deciros que después de muchos años de consultas, ni tan siquiera los expertos en piel se ponen de acuerdo.

Personalmente he probado con Nivea, con grasa de caballo y con los productos específicos de Dainese.

El resultado de la Nivea que se comercializa con dosificador no me ha gustado nunca y hace que el mono se ensucie con más rapidez. La grasa de caballo es la mejor opción del mercado, pero es cara y da trabajo si se quiere aplicar bien.

Si os soy sincera solo hidrato la piel del mono el día que me cae un chaparrón de esos que llegas a casa con las botas encharcadas. En este caso, dejo que el mono se seque en un sitio bien ventilado y utilizo el bote clásico de Nivea para hidratar la piel como si fuera la tuya propia y se queda como nuevo.

Después tenemos el interior. El problema de la mayoría de monos de calidad media y baja, es que el forro interior no es desmontable, y en verano eso supone que se acumula el sudor.

Para limpiarlo solo tenemos 2 opciones. La primera es que, si somos manitas, o tenemos a alguien que lo sea, podemos cortar todo el forro e instalar cremalleras para poder desmontarlo cuando necesitemos lavarlo. La segunda, que es la que hago yo, consiste en echar un neutralizador de olor tipo Febreeze. La suciedad no la quita, pero por lo menos no huele mal.

Los monos más caros ya incorporan forros interiores desmontables que se pueden meter en la lavadora, por lo que no tienen este problema.

Otra manía que tengo es la de no guardar los monos dentro del armario, sino que los tengo colgados en la pared de la habitación, sin que les dé el sol, de esta forma se ventilan y no acumulan humedad.

Al final, lo importante es buscar un punto de equilibrio. Si lo hacéis como os he dicho, la piel os puede durar perfectamente 10 años, pero seamos realistas, ¿cuántos siguen llevando el mismo mono después de 10 años?

Por lo que mi consejo es que no os comáis mucho la cabeza y que disfrutéis del mono.

  • OTROS TIPOS DE PIEL: LA EXCEPCIÓN

Hace cosa de 1 año, incorporé una chaqueta a mis prendas de diario, que representa la excepción a todo lo que os he dicho.

La mayoría de prendas de piel se confeccionan con una piel tratada, de aspecto brillante, en ocasiones incluso imprimada con algún producto que repele el agua e impermeabiliza un poco, pero en ocasiones podemos encontrarnos con otro tipo de piel más “cruda” que no ha sido tan tratada y que es más delicada. Esta piel no es brillante sino mate y tiene un tacto áspero.

Esta chaqueta me tiene enamorada porqué con el paso del tiempo adquiere personalidad y se convierte en una pieza única, pero hay que cuidarla si queremos que nos dure, y esto incluye evitar cogerla si vemos que va a llover.

Para limpiarla no podemos hacerlo con agua, sino que, aquí sí, que necesitaremos un producto específico.

Lo que mejor me ha ido a mí ha sido el MOTUL PERFECT LEATHER. Es un producto fácil de aplicar, que actúa de forma inmediata, sin dañar la pieza y dejándola impecable.

Aun así, os recomiendo que la primera vez que utilicéis ese producto en una prenda de piel, hagáis la prueba en alguna parte de la prenda que no sea vea mucho, antes de extenderlo a toda la pieza.

  • EL CASCO TAMBIÉN SE LIMPIA

El casco, a pesar de no ser una prenda propiamente dicha, sí que es un elemento de seguridad que suele ensuciarse bastante.

Hay una práctica muy extendida, y en la que no debéis caer nunca, que consiste en meterlo en el lavavajillas. (Sí, hay gente que lo hace).

Esto resulta muy peligroso porqué daña el material del interior, que es el que te tiene que proteger cuando te caes.

Para limpiar el exterior del casco, jamás debéis utilizar productos que contengan alcohol (por ejemplo, limpiacristales) porqué pueden dañar la pintura y, especialmente, el material con el que está fabricada la visera (lo pone en las instrucciones que nadie se lee).

Una vez más vamos a ser prácticos.

Lo que mejor me ha funcionado a mí y me ha permitido jubilar cascos intactos ha sido limpiar con agua.

Simplemente humedecemos un paño de microfibra o un trozo de papel de cocina y lo dejamos encima de la visera para que humedezca los restos de insectos.

Después, sin frotar, pasamos el papel y veremos cómo los insectos desaparecen sin esfuerzo.

Para que quede perfecto, pasamos otro papel seco por encima de la visera, de una sola pasada y sin apretar.

Desde siempre lo he hecho así y jamás se me ha rayado una pantalla, por lo que doy fe de que funciona.

Para limpiar el interior, la mayoría de cascos medio decentes llevan el acolchado desmontable.

Generalmente recomiendan lavarlo a mano para evitar que se degrade la espuma interior… pero yo también lo meto en la lavadora, con programa corto, agua fría, sin suavizante y sin centrifugar.

Resumiendo, leed siempre las instrucciones y las etiquetas y no os obsesionéis con la limpieza.

Os veo en el siguiente post.

Gas