¡! BOMBAZO ¡! Este era mi secreto …
ASÍ EMPEZÓ TODO
El pasado mes de mayo me llegó un correo electrónico, escrito en inglés, ofreciéndome un trabajo. A priori parecía uno más de tantos mails spam que llegan a diario, pero hubo algo que me llamó la atención.
Necesitaban a alguien para conducir una moto –no podían decir cual- para preparar todo el contenido para su presentación al público.
A principios de junio acudí dónde me habían citado, sin saber de qué trataba el trabajo ni qué moto sería.
Ahí, al fondo del parking del hotel, a oscuras y escondidas detrás de las furgonetas del equipo de producción, estaban revisando y limpiando las motos que serían las protagonistas los siguientes 4 días.
Se trataba, ni más ni menos, que del renacimiento de la mítica Honda Hornet.
Era algo ultrasecreto por lo que había que ser preciso y profesional para evitar que saliera a la luz antes de tiempo.
TRABAJO EN EQUIPO
No sé cuántas personas estuvimos dándolo todo para que el proyecto fuera un éxito y, después de 4 días de locura, de casi no dormir y apenas comer, me fui a casa exhausta, pero con una satisfacción enorme por el gran trabajo hecho por parte de todo el equipo.
Llegué el primer día sin conocer a nadie y enseguida me hicieron sentir parte de esa gran familia, como si nos conociéramos de hacía tiempo, y me fui habiendo aprendido un montón, no solo de motos, sino también de fotografía, iluminación y edición, y llevándome un buen puñado de nuevas amistades de esas que perduran en el tiempo y la distancia.
El trabajo de todo el equipo fue impresionante. La predisposición a ayudar, a involucrarse y colaborar en lo que hiciera falta, el cuidar hasta el último detalle, el buscar soluciones rápidas ante los imprevistos y reorganizar todo a la velocidad de la luz, la profesionalidad por parte de todos … ojalá hubiera podido grabarlo para compartirlo con todos vosotros, porque las imágenes son el reflejo de un trabajo bien hecho, pero solo quien lo ha vivido de primera mano puede hacerse una idea de toda la gente, el esfuerzo, la ilusión y la pasión que hay detrás de algo así.
Sin lugar a dudas fue una experiencia inolvidable y por la que estaré eternamente agradecida a Honda por haber contado conmigo y haber confiado en mis habilidades para algo tan especial.
ACERCA DE LA MOTO… SINCERIDAD ANTE TODO
Cuando la vi por primera vez, a oscuras en ese parking, me preguntaron qué me parecía… no me gustaba, un motor bicilíndrico en una Hornet, ¿qué me estás contando? Es casi como un insulto para lo que había sido una CBR sin carenado… pero ahí había mucha gente que había dedicado horas de esfuerzo y que habían puesto toda su ilusión en el desarrollo de esa moto por lo que no me pareció justo tirar por el suelo y pisotear toda esa ilusión sin probar antes la moto.
Me dijeron que les gustaría tener mi opinión sincera acerca de la moto después de probarla los siguientes días. Y que te permitan involucrarte así en un proyecto de esta magnitud es algo que no se paga con dinero. Además, decirme que quieres mi sinceridad es algo bastante peligroso, porque me lo suelo tomar al pie de la letra y digo las cosas como son sin importarme quedar bien o mal, pero siempre de forma razonada y con fundamento, motivo por el cuál, no podía opinar el primer día nada más ver la moto porque me faltaba información para poder formarme una opinión y no una mera crítica sin argumentos.
Al cuarto día de grabación con ella, mi percepción había cambiado totalmente. Tenía la información y las sensaciones que necesitaba para formarme una opinión y ser capaz de defenderla. Lo que en un principio me había parecido sencillo, me había dado cuenta de que era algo que le daba carácter y personalidad. Lo que en un inicio había pensado que era un motor demasiado simple para una moto tan mítica, había pasado a parecerme algo revolucionario y que daría que mucho que hablar en esta nueva era.
Me fui con ganas de que llegase el verano siguiente para cambiarla por mi CB650R y poder exprimirla y sacarle todo el potencial que me quedé con ganas de sacar durante esos días de grabación, y es que más allá de que estamos viviendo un cambio de concepto que está afectando también a motos míticas, -y esto es algo que a los más puristas nos cuesta asimilar (y estoy segura que dentro de las marcas más de uno habrá tenido retortijones)- no se puede luchar contra el cambio de escenario, forzado mayoritariamente por las normativas anticontaminación, por lo que toca aplicar eso de “renovarse o morir” y, en mi opinión, Honda lo ha hecho tan bien como ha sido posible, con una sucesora digna de llevar el apellido Hornet.
Y ahora os dejo con los vídeos …