Amanece un nuevo día con los campos blancos por el hielo que se acumula a causa de las bajas temperaturas. Es uno de esos días en los que la pereza a pasar frío es derrotada por la emoción de salir a probar los nuevos Furygan Heat Jaya que Motoblouz comercializa en exclusiva bajo la premisa de que se ha acabado pasar frío en las manos, y que yo me dispongo a refutar poniéndolos a prueba en condiciones extremas.
Los Furygan Heat Jaya se presentan como un guante de invierno diseñado con el objetivo de hacer más confortables los paseos en moto en esos días más fríos del año. Por este motivo, el Heat Jaya se confecciona con dos capas aislantes. La primera que evita que entre el frío o el agua y la segunda, una capa interior de tacto suave y agradable, que mantiene el calor en el interior.
En el exterior nos encontramos con la palma de la mano reforzada en piel de cabra para ofrecer un mejor agarre y mayor resistencia a la abrasión, así como protecciones homologadas en los nudillos que le otorgan un nivel 1 de protección según la norma EN13594.
También encontramos un botón en cada guante con un led que nos indicará el estado de la batería y el modo seleccionado.
Resulta especialmente interesante poder controlar ambos guantes desde un solo botón, de forma que los podemos activar o desactivar, o cambiar el modo, mientras vamos en marcha y sin tener que soltar la mano del gas.
Los Furygan Heat Jaya vienen con 3 modos precargados que nos permiten seleccionar la temperatura que queremos (pero debemos tener en cuenta que a más temperatura menos tiempo nos durará la batería).
Estos guantes, a diferencia de muchos de los guantes calefactables que se pueden encontrar en el mercado, traen de serie las dos baterías y un cable para cargarlas simultáneamente.
Las baterías tardan unas 4 horas en cargarse completamente y duran algo menos de 2 horas si llevas los guantes al 100%, por lo que será suficiente si solo buscas evitar el frío más intenso de las primeras horas de la mañana, pero si te gusta hacer largas travesías por zonas frías te recomiendo adquirir (esto sí que se vende aparte) el cable que te permite conectar los guantes directamente a la moto.
Una función muy interesante es que puedes conectar los guantes a tu móvil a través de la aplicación MyFuryConnect. Esto te permite personalizar los 3 modos predeterminados y configurar 2 modos más a tu gusto, además de poder programar los guantes para que se enciendan 5 minutos antes de salir, de forma que cuando te los pones ya están calientes.
Cómo ya hemos dicho, la duración de la batería varía bastante en función del modo que lleves activado y durante cuánto tiempo. Así, al 100%, que viene a ser el equivalente a 20ºC, dura un poco menos de 2 horas, pero al 50% te pueden durar casi una hora más. La aplicación MyFuryConnect te permite, por ejemplo, personalizar un modo al 35% y así alargar la duración de la batería sin renunciar a llevar las manos a una temperatura soportable.
Después de una hora rodando a una temperatura de entre 2 y 5 ºC, puedo decir que nunca había disfrutado tanto de un paseo en invierno. Es una sensación extraña (y, por supuesto, muy agradable) ver el hielo a tu alrededor y sentir un calor primaveral en las manos.
Si bien es cierto que, si prevemos una jornada larga, es importante dosificar la batería, evitando caer en la comodidad de llevar los guantes a tope todo el rato. Lo ideal es poner los guantes a esa temperatura en la que no sintamos un frío excesivo, pero tampoco calor, buscar ese punto en el que se sientes que fuera hace frío, pero sin sufrir.
Cuando subió un poco la temperatura lo utilicé como un guante de invierno normal para ahorrar algo de batería para la vuelta a casa ya que al atardecer vuelve a bajar drásticamente la temperatura. Sin llevarlo encendido lo siento muy agradable, más caliente y mejor aislado que los otros guantes de invierno de marcas punteras que he tenido ocasión de probar.
Aun así, no puede ser todo bueno porqué la perfección (aún) no existe.
Más allá de que a todos nos gustaría que la batería durase más (la solución que nos ofrece Furygan es comprar el cable y conectar los guantes a la moto), encontramos el (insalvable) problema del tacto, y es que el máximo inconveniente que tienen estos guantes de invierno (igual que todos) es que pierdes toda la sensibilidad que estamos acostumbrados a tener con guantes de piel.
En cualquier caso, hay que tener en cuenta que, si necesitamos estos guantes por el frío, el asfalto tampoco estará para hacer muchas acrobacias, así que, tocará elegir entre tener tacto o no pasar frío.
Otro punto que podría mejorar es la intensidad de los leds ya que a plena luz del día no se aprecia bien el color de los mismos y cuesta saber en qué modo llevas los guantes sin hacer un poco de sombra para verlo. Aunque está claro que, en tal caso, se vería comprometida la duración de la batería (como es obvio).
Y no podía terminar el articulo sin hablar de la rivalidad con los puños calefactables. En mi opinión siempre preferiré los guantes calefactables a los puños calefactables ya que
- No hay que hacer instalación en la moto ni conectar nada a la batería
- Si tienes más de una moto, puedes ir con las manos calientes en todas ellas sin tener que hacer una inversión como sería ponerles puños a todas
- Cuando sube la temperatura a mediodía, los guardas en la mochila y sacas los de piel y no tienes que ir con el puño grueso que, personalmente, no me gusta el tacto que tienen
- Te calienta toda la mano y no solo la parte que está en contacto con el puño, cosa que se agradece mucho en motos que no llevan paramanos
En conclusión, si eres de esas personas que no sale en moto hasta que no hay 15ºC de temperatura exterior no necesitas estos guantes, pero si utilizas la moto para ir a trabajar o te gusta viajar haga el tiempo que haga, o simplemente no tienes otro medio de transporte y te gusta tener las manos calientes, creo que estos guantes son una gran opción por su relación calidad-precio y las prestaciones que ofrecen.
Muchas gracias por leerme una semana más y os espero en el siguiente artículo de SOY MOTO.