Una Rider1000 elegante con DXR de Motoblouz

Después de sobrevivir a más de un año de caos, de aplazar eventos, de anularlos, y de todo este sinsentido, parece que nos acercamos un poco más a la normalidad y vamos recuperando esos eventos que ya se han convertido en tradición como es el caso de la Rider1000.

Una llamada inesperada de los chicos de Motoblouz fue suficiente para animarme a participar en una edición que ya había descartado de mi lista a causa de la incertidumbre que nos rodea últimamente, pero el planteamiento para la Rider1000 de este año iba a ser distinto.

Tenemos tendencia a confundir espíritu de superación con duros retos que ponen al límite nuestras capacidades, pero después de pasar tres meses con dolor a causa del sobreesfuerzo que hice en la Eutichesbook del año pasado, entendí que la superación consiste en ser capaz de vencer tus miedos e instintos.

Por este motivo decidí que en esta ocasión iba a luchar contra mi ansia de devorar cuantos más quilómetros de curvas mejor y decidí invertir la jornada en disfrutar del ambiente, de los paisajes, la gente, y para que me fuera más fácil, decidí haceros caso y escoger una equipación de moto homologada de estilo urbano en vez de ir con mi mono de cuero.

Si algo hay en la tienda online de Motoblouz es variedad, pero rápidamente tuve claro cuáles iban a ser mis elegidos, un estilo acorde al rollo neo sports café de mi Honda CB650R, la mejor compañera que podía tener para la jornada.

De lo primero que me enamoré fue de la chaqueta DXR JUDE, con protecciones nivel 1, más ligeras y cómodas para el día a día, y con un forro interior que cubre también la manga, y que, aunque el día de la Rider1000 no hizo falta llevarlo, se agradece mucho en esas mañanas fresquitas de primavera o en los atardeceres de otoño.

El cuero de esta chaqueta DXR JUDE es un tanto peculiar y es que no es el típico cuero liso-brillante al que estamos acostumbrados, sino que se siente como poroso, rústico, de esos que envejecen con el paso del tiempo y cogen ese efecto desgastado vintage que mola tanto porque hace que cada chaqueta sea una pieza única y exclusiva.

 

 

En los pantalones la decisión también fue fácil porque me enamoré del corte slim y de los tonos del pantalón DXR INDIE. Mi grata sorpresa cuando me llegaron fue que además llevaban protecciones nivel 2 en las rodillas, cosa poco frecuente en pantalones de chica de este estilo, y forro 100% kevlar hasta el tobillo, algo más difícil de encontrar que la propia piedra filosofal. El único “pero” que le podría poner es que ese pantalón está preparado para llevar protecciones nivel 2 en la cadera, que no trae de serie, y que yo no pedí porque no las utilizo en mi día a día, por lo que el pantalón me quedaba algo grande de cintura y mi madre me lo tuvo que arreglar un poco.

El pantalón DXR DIVA es más elástico y más cómodo para el día a día, con protecciones nivel 1 en rodilla y, en este caso, la talla S me ajustó a la perfección incluso en la zona de la cintura, por lo que ha pasado a ocupar el puesto nº1 de mis pantalones favoritos por el buen ajuste al cuerpo femenino.

Un problema muy común con el que nos encontramos las mujeres que vamos en moto es que las prendas son diseñadas partiendo de los patrones de los modelos masculinos y ello conlleva que nunca se acaba de adaptar bien a nosotras. Algo que me llamó mucho la atención de Motoblouz es que me comentaron que las prendas las diseñan mujeres, partiendo de cero en los patrones, y os garantizo que cuando te pones la ropa de mujer de la marca DXR fabricada por Motoblouz se nota un ajuste y una comodidad que no tienen otras marcas más conocidas y que pueden costar el doble.

Las botas DXR LAGERTA fueron las elegidas para la jornada y, a pesar de que se sienten algo rígidas en los primeros quilómetros, son muy cómodas cuando se han dado un poco de sí y mi sorpresa fue el elevado nivel de protección que tienen certificado, superando algunas de sus competidoras de marcas conocidas, pero sin renunciar a la comodidad. Me atrevería a decir que son de las mejores botas del mercado de este estilo si tenemos en cuenta la relación calidad (protección)-precio.

 

La jornada fue breve y transcurrió sin incidentes, con algunas anécdotas, unas buenas risas y, como siempre, fotos. Si queréis ver cómo fue la ruta, aquí tenéis el vídeo resumen del día.

¡Os veo en la siguiente!